domingo, 25 de enero de 2015

El peso de unas Bendiciones


El peso de unas Bendiciones

Efesios 1, 3-4
Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús  nuestro Señor, que nos bendijo desde el cielo en Cristo, con toda clase de bendiciones espirituales.

En Cristo Dios nos eligió antes de la creación del mundo, para estar en su presencia sin culpa y sin mancha.

Isaías 42,9
He puesto mi Espíritu sobre él

Romanos 8, 30
Por eso, a los que eligió de antemano también los llama y cuando los llama los hace justos, y después de hacerlos justos, les dará la gloria.

Reflexión

Permite que el Espíritu Santo te revele y confirme quien eres y con qué propósito te creo. Para que a sí te abras a  la gracia divina y sean derramadas sobre ti las bendiciones del cielo.

Con humildad reconoce tu lugar y su posición en este mundo. Dios te creo para hacer obras buenas. Se obedientes y ábrete a la gracia divina para que puedas ser sensibles a las manifestaciones del Espíritu Santo para que pueda entrar y obrar en ti,

Entrégate a Dios libremente sin reservas ni temores, para conocer su voluntad y en la voluntad divina estar dispuesto y disponibles para el cumplimiento de sus planes en tu vida, para tu bien y el bien de  los demás. Se genuino sin seguir la corriente del mundo. Mantente firme en lo que se cree, en la sana doctrina basada en la verdadera fe y en la Santa Palabra de Dios. Para si diariamente buscando cosas del cielo y no las de la tierra, puedas renovarte y transformarte interiormente en la mente y en el espíritu y así tener y expresar pensamiento, sentimientos y  acciones de bendición sobre y sobre los demás

Estas bajo el peso de unas bendiciones que solo esperan tu respuesta para ser derramadas sobre ti.

 
María Díaz

 

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