martes, 26 de julio de 2022

La magnitud de las angustias humanas han alcanzado un grado tal que los poderosos de la tierra son incapaces por sí mismo de remediarlas, Sólo Dios puede dar al mundo con toda verdad la justicia, la paz y la esperanza. Reafirmemos sin miedo que Dios es el que puede liberar a la humanidad de tantas angustias y males. Amén