domingo, 30 de marzo de 2014

Caminemos a la luz de Yavé!

Isaías 2, 3-5
En el futuro, el cerro de la Casa de Yavé será puesto sobre los altos montes  y
dominara los lugares más elevados. Irán a verlo todas las naciones y subirán
hacia él muchos pueblos, diciendo:

 “Vengan, subamos al cerro de Yavé, a la Casa del Dios de Jacob, para que
nos enseñe sus caminos y caminemos por sus sendas, porque la enseñanza
irradia de Sión, de Jerusalén sale la palabra Yavé”

 El Señor gobernará a las naciones y enderezara a la humanidad.

 ¡Pueblo mío, ven: caminemos a la luz de Yavé!

 
Reflexion

La Casa de Dios o sea La Iglesia  y su poder, la Palabra de Dios se levantara
venciendo y dominando todo poderío que pretenda estar por encima del Poder
de Dios de su Iglesia y su Palabra.

Mucho acudirán a la Casa de Dios, porque después de agotar todos los 
recursos de la ciencia de la economía y la política reconocerán que necesitan
de una Enseñanza, o sea, de una Revelación de Dios,  la Palabra de Dios.

Al acudir a la Casa de Dios y recibir en ella la Palabra de Dios y de su Luz,
el hombre se reconocerá así mismo, reconocerá su misión y se transformará
en un hombre nuevo por el poder de la Palabra y de la Luz divina que salen
de la Casa de Dios, La Iglesia.

Confirma Señor mis pasos

Salmo 17, 5
Confirma mis pasos en tus caminos para que mis pies no vacilen.
 
Señor dame pasos firmes y ojos vigilantes para mantenerme siempre con la
mirada fija en ti, y así mis pies no se desvíen ni a derecha ni a izquierda.
 
Permíteme Señor mantenerme siempre en el camino del amor, del bien,
de la justicia, de la verdad y de la paz.
 
Confirma Señor mis pasos para que mis pies no vacilen y me mantenga
siempre en el camino correcto, en tu camino. En el camino que me dirige
hacia tu Casa y hacia tu Palabra. Amén.

 
Domingo 30 marzo de 2014

martes, 11 de marzo de 2014

La Purificación

Ezequiel 36. 25-26, 29,33
“Derramaré sobre ustedes agua purificadora y quedaran purificados. Los purificaré de toda mancha y de todos sus ídolos. Les daré un corazón nuevo, y pondré dentro de ustedes un espíritu nuevo.

Los limpiaré de sus manchas.

Esto dice el Señor, Yavé: El día en que yo los purifique de toda sus maldades poblaré sus ciudades y levantaré lo que estaba en ruina, y se verá cultivada la tierra desierta.”

Reflexión

Purificar es una limpieza interior profunda, es sacar todo aquello que no da frutos. Sacar del interior del hombre, de lo profundo de su corazón y de su espíritu  aquello que contamina y mancha su ser

Se purifica el oro en el fuego. Se oxida el metal, se funde, se quema y luego brilla y resplandece. A si mismo sucede en el ser humano, debido a las circunstancia y experiencias de la vida se contamina con el medio ambiente que lo rodea y poco apoco va perdiendo lo valioso de sí mismo, se oxida y se va manchando hasta quedar oculto en la sombra de pecado. Su corazón cambia y su espíritu se confunde, en esa confusión comete errorres y cae en la adoración de ídolos falsos, que lo llevan a la ruina, al fracaso y a una vida llena pecado y de mucho dolor.

Como el metal oxidado que pasa por unos procesos hasta quedar resplandeciente y volver a brillar, a si mismo el ser humano ha de pasar por un proceso de purificación, que lo abra de llevar a brillar a través de la luz de Cristo.

Cada situación y experiencia que le sucede al ser humano, siempre ha de tener como, propósito llevarlo a la presencia del Padre para limpiarlo, redimirlo y purificarlo y hacerlo brillar brillar ante los demás.

Jesús mediante un acto de misericordia para con el ser humano, derrama sobre el su espíritu, que lo ha de llevar a un proceso de limpieza, quitándole su maldad, su pecado y transformando su vida de ruina y desierto en un vida fértil, donde se cultiven pensamientos sentimientos que le permitan tener un corazón y un espíritu nuevo.

Mediante esta purificación el Señor le regala al hombre de su amor, misericordia y su perdón. Jesús a través del proceso de purificación manifiesta el poder de su gracia y el esplendor de su gloria en cada acto de misericordia para con el ser humano.

María Díaz. MSN
Coach de Vida y Mediadora

Vístete con la armadura del cristiano

Efesios 6, 11-18

Pónganse la armadura de Dios para poder resistir las maniobras del diablo. Porque nuestra lucha no es contra fuerzas humanas, sino contra los gobernantes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras. Nos enfrentamos con los espíritus y las fuerzas sobrenaturales del mal.

Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila, valiéndose de todas sus armas.

Tomen la verdad como cinturón, la justicia como coraza, y, como calzado, el celo por propagar el Evangelio de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, y así podrán atajar las flechas incendiarias del demonio. Por último, usen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la palabra de Dios.

Vivan orando y suplicando. Oren en todo tiempo según les inspire el Espíritu. Velen en común y prosigan sus oraciones sin desanimarse nunca, intercediendo a favor de todos los hermanos.

 
Reflexión
Que pocos hoy día se ponen esta armadura. La mayoría de los cristianos andan desarmados. Por eso muchos son vencidos, derrotados y echados al suelo y aplastados por el enemigo y por la corriente del mundo. Muchos flaquean y desfallecen porque no saben protegerse. No se ponen su armadura del cristiano porque les resulta pesada, porque exige compromiso, fidelidad lealtad, justicia y verdad.

Si supieran y aprendieran a usar esta armadura correctamente jamás serian vencidos por los ataque de un enemigo astuto y perverso. Que se atrevan y sean valientes y vallan a al campo de batalla vestidos como un buen soldado de Cristo, sin temor a la burla o al qué dirán porque van vestidos diferentes a los demás.

Vístete con la armadura del cristiano para que puedas ir en contra de la corriente del mundo y luchar firmemente por la igualdad, la paz, la verdad y la justicia social. Para que seas fuerte con la fuerza y energía de Dios. Ponte la armadura de Dios para que te atrevas a anunciar valientemente el Evangelio y así derrumbar murallas que oprimen al hombre y le impiden vivir en la libertad de hijo de Dios. Con esta armadura proclamara con fortaleza, firmeza y poder la Palabra de Dios, y orara sin desanimarte, siempre intercediendo a favor de los demás

La armadura del cristiano es necesaria e indispensable para todo aquel que ha sido llamado al combate de guerra espiritual. Asegúrate que no te falte ni un arma, para que te las pongas todas. El solo hecho de no ponerte alguna es necesario para ser tentado a desanimarse, detenerse y ser debilitado por la astucia del enemigo.

Para fortalecer cada día tu carácter combativo de cristiano has de estar vestido diariamente con tu vestido de soldado de Cristo. Has de presentarte al mundo como un soldado de guerra del ejército de Dios.

María Díaz .MSN
Coach de Vida y Mediadora