sábado, 1 de noviembre de 2014

Oración por los muertos

2-Macabeos 12, 38-46

Judas, después de reorganizar el ejército, se dirigió hacia la ciudad de Odolam. Como era fin de semana, se purificaron y celebraron allí el sábado. Al día siguiente buscaron a Judas para ir a recoger los cuerpos de los muertos y a sepultarlos con los suyos en los sepulcros de sus padres. Bajo las túnicas de cada muerto encontraron objetos consagrados a los ídolos  de Jamnia, prohibidos por la Ley a los judíos. Comprendieron entonces por que habían muerto.

Todos se admiraron por la intervención del Señor, justo juez que saca a la luz las acciones más secretas, y rezaron al Señor para que perdonara totalmente ese  pecados a sus compañeros muertos.

El Valiente Judas exhorto a sus hombres a que evitaran en adelante tales pecados.

Todo lo hicieron muy bien inspirados por la creencia de la resurrección,  pues si no hubieren creído que los compañeros caídos iban a resucitar, habría sido cosa inútil y estúpida orar por ellos.

Pero creían firmemente en una valiosa recompensa para los que mueren como creyentes; de ahí que su inquietud era santa y de acuerdo con la fe. Esta fue la razón por la cual Judas ofreció este sacrificio por los muertos para que fueran perdonados de sus pecados.

Referencia:
Biblia Latinoamericana IV Edición

Duelo por los muertos

Sirácides 38, 16-23

Hijo mío derrama lágrimas por el que murió, y como quien sufre profundamente, comienza la lamentación; después entierra el cadáver de acuerdo con el ritual y no descuides su tumba.

Llora amargamente, expresa tu dolor, observa el luto según la dignidad del muerto, durante uno o dos días, para evitar habladurías; después consuélate de tu pena.

Porque la pena lleva a la muerte, y un corazón abatido pierde toda energía.

Con los funerales debe pasar la tristeza; una vida de pesar es insoportable,

No abandones tu corazón al dolor, reanímate, echa la pena pensando en tu porvenir.

No lo olvides no hay regreso; no servirías de nada al muerto, y tú te harías daño.

Acuérdate de mí sentencia, que será  tuya también: Ayer yo, tú hoy.

Cuando el muerto reposa, deja reposar también su memoria; consuélate una vez partió su espíritu.

Referencia:
Biblia Latinoamericana IV Edición

Munchas personas están muriendo inesperadamente sin estar preparadas. Son almas que se van sin le debida preparación. Hay que orar por ellas.

Oración

Oh almas que dejad esta vida, recibid de Dios el consuelo de perdón y misericordia para un descanso eterno

Recibe oh Dios estas almas, perdónale sus pecados y ten misericordia de ellas.  Amén

María Díaz MSN
Coach de Vida y Mediadora