Judas, después de reorganizar el
ejército, se dirigió hacia la ciudad de Odolam. Como era fin de semana, se
purificaron y celebraron allí el sábado. Al día siguiente buscaron a Judas para
ir a recoger los cuerpos de los muertos y a sepultarlos con los suyos en los
sepulcros de sus padres. Bajo las túnicas de cada muerto encontraron objetos
consagrados a los ídolos de Jamnia,
prohibidos por la Ley a los judíos. Comprendieron entonces por que habían
muerto.
Todos se admiraron por la intervención
del Señor, justo juez que saca a la luz las acciones más secretas, y rezaron al
Señor para que perdonara totalmente ese
pecados a sus compañeros muertos.
El Valiente Judas exhorto a sus hombres
a que evitaran en adelante tales pecados.
Todo lo hicieron muy bien inspirados
por la creencia de la resurrección, pues
si no hubieren creído que los compañeros caídos iban a resucitar, habría sido
cosa inútil y estúpida orar por ellos.
Pero creían firmemente en una valiosa recompensa para los que mueren como creyentes; de ahí que su inquietud era santa y de acuerdo con la fe. Esta fue la razón por la cual Judas ofreció este sacrificio por los muertos para que fueran perdonados de sus pecados.
Referencia:
Biblia Latinoamericana IV Edición
Duelo por los muertos
Sirácides 38, 16-23
Hijo mío derrama lágrimas por el que
murió, y como quien sufre profundamente, comienza la lamentación; después
entierra el cadáver de acuerdo con el ritual y no descuides su tumba.
Llora amargamente, expresa tu dolor,
observa el luto según la dignidad del muerto, durante uno o dos días, para
evitar habladurías; después consuélate de tu pena.
Porque la pena lleva a la muerte, y un
corazón abatido pierde toda energía.
Con los funerales debe pasar la
tristeza; una vida de pesar es insoportable,
No abandones tu corazón al dolor, reanímate,
echa la pena pensando en tu porvenir.
No lo olvides no hay regreso; no servirías
de nada al muerto, y tú te harías daño.
Acuérdate de mí sentencia, que será tuya también: Ayer yo, tú hoy.
Cuando el muerto reposa, deja reposar también
su memoria; consuélate una vez partió su espíritu.
Referencia:
Biblia Latinoamericana IV Edición
Munchas personas están muriendo inesperadamente
sin estar preparadas. Son almas que se van sin le debida preparación. Hay que
orar por ellas.
Oración
Oh almas que dejad esta vida, recibid de Dios el consuelo de perdón y misericordia para un descanso eterno
Recibe oh Dios estas almas, perdónale sus pecados y ten misericordia de ellas. Amén
María Díaz MSN
Coach de Vida y
Mediadora
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