sábado, 9 de junio de 2018

Convierte tus bienes materiales en tesoros eternos


Mateo 6, 9-23

No se hagan tesoros en la tierra, donde la polilla y el gusano los echan a perder y a donde los ladrones rompen el muro y roban.

Acumulen tesoros en el Cielo, donde ni la polilla, ni el gusano los echan a perder, ni hay ladrones para romper el muro y robar.

Pues donde están tus riquezas, ahí también estará tu corazón.

Reflexión

Llegamos a la vida sin nada y no iremos de la vida sin nada. Todo lo que tenemos y acumulemos  será pasajero, porque la polilla y el moho lo destruyen y hay ladrones que perforan y penetran las paredes y se los roban.

La ropa, zapatos y carteras se desgastan, los automóviles se descomponen, el dinero se acaba, el hogar puede ser destruido por un fuego, inundaciones, huracanes o terremotos.  Muy poco de lo que se posee durara para dejarlo a la próxima generación.

Con frecuencia se vive ganando, gastando y acumulando tesoros pasajeros, solo con la intención de demostrar que se vive en abundancia o para que se le admire y respete por lo que se posee.

Al fin se engaña a sí mismo y solos se llena de preocupaciones e insatisfacción porque no encuentran la felicidad en nada de lo que poseen y acumulan.

La vida permite tener bienes y recursos materiales para que se usen con sentido común de  generosidad y buenas acciones para con los necesitados.

Cristo enseño que, siendo generosos y sirviendo a los menos afortunados, podemos convertir los bienes materiales en tesoros eternos.