domingo, 13 de abril de 2014

Sométete a la Voluntad Divina

Lucas 22, 39- 42

Entonces Jesús salió y se fue, como era su costumbre, al cerro de los Olivos; y lo siguieron también sus discípulos. Cuando llegaron al lugar, les dijo: “Oren, para que no caigan en la tentación.”

Después se alejó de ellos como a la distancia a la que uno tira una piedra, y doblando rodillas, oraba diciendo: Padre, si quieres aparta de mí esta prueba. Sin embargo, que no se haga mi voluntad sino la tuya.

Reflexión

Oración de poder, abandono y confianza en las manos del Padre.

Hay que tener fuerza de voluntad y sobre todo fe al hacer esta oración. No es querer verse libre de la prueba, sino enfrentarla con valentía y someternos a la voluntad divina para que se manifieste en nosotros el Magnífico Poder Supremo. Es dejar a Dios obrar, para que él pueda llevar a cabo sus planes en nuestra vida. Es someterse por completo todo nuestro ser, nuestros planes y nuestra vida al Padre Celestial.

Es vencer la tentación diciendo si, hágase tu voluntad, sin importar las circunstancias, los eventos y experiencias que estemos viviendo. Es dejarse arrastrar por la fuerza de su espíritu sin importar a donde nos pueda llevar. Al final todo resultara en bendición, crecimiento y madurez que nos capacitara para sobrellevar todo lo que acontezca en nuestra vida, obteniendo a si la victoria.

En cualquier situación o prueba en que encontremos, sí hacemos esta oración, la prueba será más llevadera y menos pesada, porque no hacemos resistencia, sino que nos entregamos,  abandonamos y sometemos a la voluntad del Padre con confianza. Esta oración nos lleva a una victoria segura.

Debemos de hacer esta oración diariamente, “Padre que se haga tu voluntad” Hay momentos que no se puede hacer otra cosa que querer que se haga la voluntad del Padre. En esos momentos esta oración es más eficaz  y poderosa que cualquier otra.

María Díaz MSN
Coach de Vida y Mediadora