Nuevo Nacimiento

Nuevo Nacimiento

Dios nos limpia, quita y destruye todo aquello que se interpone ente El y nosotros. Él es el Dios de lo imposible y es capaz de derribar todos los muros de nuestra vida para hacerla de nuevo. Luego nos restaura y se renueva nuestra relación con El, y El renueva su Alianza con nosotros y se sella un pacto, Y nosotros exaltamos su Gloria

Alianza, Pacto, Exaltación

Limpieza de alma, corazón y espíritu.                                                          

Casa vieja-Casa nueva                                    

Hombre viejo-Hombre nuevo                                                                                 

Pobreza-Riqueza                                                                                             

Perdida-Ganancia

Todo un proceso de restauración y renovación

                                                                                         

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Juan 1, 4-5,9

Lo que llegó a ser, tiene vida en El, y para los hombres esta vida es la luz. La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no pudieron vencer la luz.

Porque la luz llegaba al mundo, la luz verdadera que ilumina a todo hombre.

Juan 1, 13

Pues aquí se nace sin unión física, ni deseo carnal, ni querer de hombre: estos han nacido de Dios.

Isaías 61, 1

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido.

I-Tesalonicenses 5, 19

No apaguen el Espíritu.

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Tenemos un nuevo nacimiento, se rompen todas las ataduras hay liberación, recibimos del Espíritu la nueva vida de hijos de Dios. Aquí no hay intervención de hombre, aquí obra la intervención de Dios que nos lleva al Padre, para engendrarnos en el Espíritu.

Con este nuevo nacimiento llega La Luz a nuestra vida para iluminar todo nuestro ser, y así vencer las fuerzas del mal y permitir  que brillemos en medio de las tinieblas.

En el nuevo nacimiento El Espíritu Santo viene, entra y hace morada en nosotros y nos unge con Su Santa Presencia. Esta unción nos da la fuerza del conocimiento, para anunciar la Buena Nueva de Salvación, que redime y repara la caída del hombre.

Hay que mantener siempre viva la llama del fuego del Espíritu Santo para que seamos siempre antorchas encendidas que propaguen, La Luz Verdadera que da nueva vida y esperanza a la humanidad. Amén.

María Díaz  / Coach de Vida

Sábado 10 de diciembre de 2005