Juan 7, 6
Jesús les contesto: “Para ustedes, todas las horas son buenas. Pero yo tengo mi hora,
que aun no ha llegado.
Se aprecia a en esta lectura bíblica dos conductas
opuesta: una los que viven según sus
propios planes y, otra, de los que se dejan guiar por el Espíritu. Los primeros
no tiene hora, o sea, actúan como y cuando les parece. En cambio, el que se guía
por el Espíritu espera signos de que ésta es la hora de Dios. Lo que emprende
en ese momento resultará para gloria de Dios.
Esto es un llamado a vivir de acuerdo a los planes y
voluntad de Dios. A ser obedientes y saber esperar por las señales que Dios mostrará
como prueba de su voluntad y su tiempo para tomar sabias decisiones y actuar
conforme al plan divino.
No te impaciente en tomar decisiones fuera de tiempo,
ya que te robas tu mismo tus bendiciones. Recuerda siempre que Dios es un Dios
de orden. Hay un tiempo determinado para todo, dejad a Dios obrar y serás bendecido
y recompensado por tu obediencia a la voluntad divina.
María Díaz, MSN
Enfermera y Coach
de Vida
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