Tercera Semana
Lunes 16 de noviembre de 2015
2-Corintios 12, 9
Te basta mi
gracia; mi mayor fuerza se manifiesta en la debilidad.
La fe requiere
disciplina y las debilidades, dificultades y los obstáculos son los medios por
los cuales se disciplina la fe.
La disciplina en
la fe es necesaria para aprender sobre el poder de Dios, progresar en los
caminos de fe y permitir que descienda la gracia de Dios.
Se disciplina la
fe manteniéndose en obediencia a la voluntad divina sin desviarse hacia principios
falso, sin tomar decisiones erróneas y sin dirigirse por el camino más fácil y equivocado.
Se disciplina la
fe cuando en las dificultades se acude a Dios, y se pone delante de él nuestra situaciones
actual, estrecha y dolorosa y se le suplica por ayuda.
Se disciplina la
fe cuando en los momentos de crisis se espera confiada y calladamente con
paciencia sin quejas y sin lamentaciones, sino con la certeza de que Dios
obrara.
María Díaz
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