1-Juan 4, 7-13, 16, 18-19
Queridos míos, amémonos
los unos a los otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama ha nacido
de Dios y conoce a Dios el que no ama, no
ha conocido a Dios, pues Dios es amor. Envió a Dios su Hijo Único a este mundo
para darnos la vida por medio de él.
Así se manifestó el
amor de Dios entre nosotros. No somos nosotros los que hemos amado a Dios sino
que él nos amo primero y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados: en
esto está el amor.
Queridos, si tal fue
el amor de Dios, también nosotros debemos amarnos mutuamente. Nadie nunca ha
visto a Dios, pero si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su
amor se dilata libremente entre nosotros.
Nosotros hemos
encontrado el amor de Dios presente entre nosotros, y hemos creído en su amor.
Dios es amor. El que permanece en el amor, en Dios permanece, y Dios en el.
En el amor no hay
temor. El amor perfecto echa fuera el temor, pues el temor mira el castigo. Mientras
uno teme no conoce el amor perfecto. Entonces amémonos nosotros, ya que el nos
amo primero.
Si busca Amor, Ve a la Verdadera Fuente del Amor que es Dios y así podrás Transmitir Amor
María Díaz
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