Con dulzura tiene que reprender a los rebeldes; quizás Dios les conceda que se conviertan y descubran la verdad.
Mateo 18, 15-16
Si tu hermano ha pecado contra ti, anda
a hablar con él a solas. Si te escucha, has ganado a tu hermano. Si no te
escucha, lleva contigo a dos o tres, de modo que el caso se decida por boca de
dos o tres testigos. Si se niega a
escucharlos, dilo a la Iglesia reunida. Y si tampoco lo hace con la Iglesia,
será para ti como un pagano o un publicano.
Corregir por amor y desde el amor.
Donde hay amor hay apertura, dialogo, confianza y se logra la corrección
armoniosamente.
Corregir desde la hermandad
Crea sentido de familiaridad y
fraternidad. Hacerse hermano de la persona permite ver a la persona a través de
los ojos de Dios para no juzgarla y ser
compasivo con ella.
Corregir desde la amistad
Hacerse amigo de la persona. Se logra
sentido de camaradería en el que la persona entiende, comprende, acepta,
corrige y enmienda su falta o error.
Cuando se ha de corregir
Escoger el momento y las circunstancias
más adecuadas
Como se ha de corregir
Escuchando atentamente, evitando la reprensión inoportunaCorregir en privado, evitando la indiscreción
Con amabilidad, evitando la grosería
Con confianza, evitando la desconfianza
Con respeto y consideración, evitando el sarcasmo y el juicio apresurado
Con dignidad, evitando la humillación y la burla
Con disciplina, evitando la intolerancia y la rigidez
Con fidelidad, evitando la traición
Con honestidad, evitando la deslealtad
Con generosidad, evitando el egoísmo
Con justicia, vitando el abuso y la discriminación
Con control, evitando la agresividad, la amenaza y el castigo
María Díaz
MSN, Coach De Vida y Mediadora
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