Les ruego pues,
por la misericordia de Dios, que se entreguen ustedes mismos como sacrificio
vivo y santo que agrada a Dios: éste es nuestro culto espiritual. No sigan la corriente
del mundo en que vivimos, más bien transfórmense
por la renovación de su mente.
Así sabrán ver cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, lo que le agrada,
lo que es perfecto.
No se estimen demasiado a sí mismos, sino dentro de lo prudente, y que cada cual sea consciente del lugar que Dios le ha señalado.
No se estimen demasiado a sí mismos, sino dentro de lo prudente, y que cada cual sea consciente del lugar que Dios le ha señalado.
Así pues,
sirvamos cada cual con nuestros diferentes dones.
Asimismo, debes
dar con la mano abierta, presidir con dedicación, y en tus obras de caridad,
mostrarte sonriente.
Reflexión
Entregarte a
Dios libremente sin reservas ni temores, para conocer su voluntad y en la
voluntad divina estar dispuesto y disponibles para el cumplimiento de sus
planes en tu vida, para el bien de los de los demás. Debes ser genuino sin
seguir la corriente del mundo. Mantenerte firme en lo que se cree, en la sana
doctrina basada en la verdadera fe y Santa Palabra de Dios. Para si diariamente
buscando cosas del cielo y no las de la tierra, puedas renovarte y transformarte interiormente en la mente y en el
espíritu y así tener y expresar pensamiento, sentimientos y acciones de bien.
A través de
esta transformación y renovación de
la mente podrás reconocer con humildad tu lugar y su posición en este mundo. Con
firmeza denunciar el mal donde quiera que se encuentre, sin ser arrogantes
agresivos, amargados o pesimistas, sino con la ternura y delicadeza del
espíritu. Mantener un espíritu alegre y un rostro sonriente, sirviendo al
prójimo de acuerdo a nuestras capacidades y dones recibidos a través del
Espíritu Santo. En el obrar de cada día tener el corazón y la mano abierta para
dar con generosidad, humildad y sobre todo con amor. Con vocación genuina y
dedicación, guiar y apoyar a los demás a tener una conversión que los lleve a
una renovación y transformación de su
mente, corazón y espíritu, a una visión de su existencia y al
despertar de su conciencia al
cumplimiento de su propósito en la vida.
Esta transformación
y renovación de la mente surge a partir de un cambio interior que se obtiene cuando se
descubre la misericordia de Dios por obra de Espíritu Santo
María Díaz. MSN. Coach de Vida y Mediadora
María Díaz. MSN. Coach de Vida y Mediadora
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