Proverbios 4, 23
Antes que nada guarda tu corazón, porque de él mana la vida
Ten un corazón fuerte y sereno ante
las dificultades
Ten un corazón firme y perseverante ante
las derrotas y las caídas
Ten un corazón compasivo y piadoso ante
el dolor del que sufre.
Ten un corazón noble y desprendido
ante la pobreza.
Ten un corazón valiente ante el propio
sufrimiento
Ten un corazón generoso ante la
necesidad del projimo
Ten un corazón alegre ante el
desaliento.
Ten un corazón amoroso ante la crítica, la calumnia, el desprecio y el rechazo.
Ten un corazón sincero ante la hipocrecia.
Ten un corazón feliz ante la soledad,
olvidos e indiferencias de los demas para contigo.
Ten un corazón optimista ante las pérdidas
Ten un corazón de acogida y aceptación ante el discrimen, la marginación y el rechazo.
Ten un corazón agradecido ante el
favor que te hacen los demás
Ten un corazón paciente ante la desesperación
Ten un corazón obediente ante los
mandatos y las leyes divinas y terrenales
Ten un corazón perseverante ante la obstaculos.
Ten un corazón
semejante al de Dios para que siempre vivas en amor, poque Dios es amor.
María Díaz. Enfermera y
Coach de Vida
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