1 Reyes 17, 8-16
Entonce habló Yavé a Elías: Levántate,
anda a Sarepta.
Se levantó, pues y se fue a Sarepta. Al
llegar a la entrada de la ciudad, vio a una viuda que recogía leña. Elías
la llamó y le dijo: “Tráeme, por favor, un poco de agua en un cántaro para
beber”
Cuando hiba a tráerselo,
la llamó desde atrás: “Tráeme también un pedazo de pan” Ella le respondió: “Por
Yavé tu Dios, no tengo ni una torta; no me queda nada de pan, solo un puñado de
harina en la tinaja y un poco de aceite en un cántaro. Estaba recogiendo un par
de palos para el fuego y ahora vuelvo a casa a preparar esto para mi y mi hijo.
Cuando lo hayamos comido, no nos quedará más que esperar la muerte.”
Elías
le dijo: “No temas, vete a tu casa
a hacer lo que me dijiste. Pero primero hazme un panecito a mi y tráemelo,
y después te lo haces para ti y para tu hijo. Porque así dice Yavé Dios de Israel:
No se terminará la harina de la tinaja ni se agotará el aceite del cántaro
hasta el día en que Yavé mande la lluvia a la tierra”
Ella
se fue e hizo lo que Elías la había dicho, y tuvieron comida, ella, Elías y el
hijo.
La
harina de la tinaja no se agotó ni disminuyó el aceite del cántaro, según lo
había prometido Yavé por medio de Elías.
Reflexión
Es
un llamado al desprendimiento: Es olvidarse de si mismo y ser generoso.
Es un
llamado a la obediencia: Es obedecer la voz de Dios que se manifiesta en diferentes
circunstancias y a través de diferentes personas.
Es un
llamado a tener fe. Es creer en los momentos de crisis y de escacez.
Es un
llamado a ser valientey actuar confiando en Dios sin importar los riesgos,
creyendo que para Dios nada es imposible.
Es un
llamado a transformar nuestros intereses personales en un compartir generoso.
Oración
Señor Jesús, Que a través de estos llamados que tus nos haces sepamos
vencer nuestro egoismo y aprendamos a ser obedientes, confiados, valientes y generoso
como tu lo fuistes. Amén.
María Díaz
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