Salmo 62, 2
En
Dios solo descansa el alma mía
De
él viene mi fe
De
él viene mi esperanza
De
él viene mi salud
De
él viene mi salvación
De
él viene mi fortaleza
De
él viene mi fuerza
De
él viene mi tolerancia
De
él viene mi generosidad
De
él viene mi honestidad
De
él viene mi gratitud
De
él viene mi perseverancia
De
él viene mi paciencia
De
él viene mi superación
De
él viene mi fuerza de voluntad
De
él viene mi capacidad de adaptación
De
él viene mi sentido de responsabilidad
De
él viene mi sentido de respeto
De
él viene mi valentía
De
él viene mi refugio
De
él viene mi confianza
De
él viene mi justicia
De
él viene mi verdad
De
él viene mi felicidad
De
él viene mi paz
De
él viene mi amor
De
él viene mi alegría
De
él viene mi sabiduría
De
él viene mi bondad
De
él viene mi lealtad
De
él viene mi optimismo
De
él viene mi motivación
De
él vienen mis valores
De
él vienen mis recursos humanos
De
él viene lo que tengo y lo que soy
De
él viene la plenitud
Por
esto y muncho más en Dios solo descansa el alma mía
María Díaz. Enfermera y Coach de Vida
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