Jueves 23 de julio de 2051/ 2:30am
2-Cronicas 7,
13-14
Y mi pueblo, sobre al cual es invocado mi Nombre, se
humilla, rezando y buscando mi rostro, y se vuelven de sus malos caminos, yo
entonces los oiré desde los cielos, perdonare sus pecados y sanare su tierra.
Esta Palabra de Dios es un llamado a la humillación
en oración y clamor para obtener el perdón de los pecados y sanción de la tierra.
Humillémonos, pues, delante de la presencia de Padre
Celestial, y levantemos nuestras suplicas al cielo en clamor y oración, para
que descienda la luz divina que ilumina las mentes y los corazones perversos y
violentos y los guie hacia caminos de paz y amor y perdón.
Oremos para que Misericordia y Gracia Divina
reconcilien al hombre consigo mismo y con los demás, trayendo la paz a los
corazones perturbados y atados al mal.
Oremos para que se rompa toda atadura de maldad y
violencia.
Oremos para que se destruyan y se desintegren las
reuniones, planes y proyectos de los malvados y sean arrancados de sus
corazones y sus mentes la raíz del mal.
Oremos para que la paz llegue a los perturbados los
malvados, los violentos y los que viven en odios y resentimientos promoviendo guerras,
discordia y maldad.
Oremos por que aquellos que persiguen planes de
maldad y por los que la violencia dirige sus vida, para se aparten del camino
del mal y violencia y sean conducidos a caminos de paz, de amor y de perdón.
Oremos para que en el Nombre del Padre Celestial y
con su Poder se desintegren los pensamientos de los que planifican la maldad
para derramar sangre.
Oremos por aquellos que no conocen ni buscan la paz.
Oremos por el perdón de los pecados de los violentos
y malvados.
Oremos para que nuestro clamor y oración sean
dirigidas directamente hacia al cielo y lleguen al Padre Celestial, para que
sean perdonados los pecados de los malvados y violentos y sea sanada nuestra
tierra, Amen.
María Díaz
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