lunes, 7 de julio de 2014

Frutos de la Obediencia a Dios

Deuteronomio 28, 1-12

Ahora bien,  si tú obedeces de verdad la voz de Yavé, tu Dios, practicando y guardando todos los mandamientos que te prescribo hoy, Yavé, tu Dios, te levantará por encima de todas las naciones de la tierra. Entonces vendrán sobre ti y alcanzarás todas las bendiciones siguientes por haber obedecido la voz de Yavé tu Dios.

Bendito serás en la ciudad y en el campo. Bendito será el fruto de tus entrañas y el fruto de tu tierra, las crías de tus burras, el parto de tus vacas y ovejas. Bendito serán tus graneros  y el lugar donde guardes tus frutos. Bendito serás en tus acciones desde principio hasta el fin. A los enemigos que se levanten contra ti Yavé los derribará y pondrá a tus pies; por un lado saldrán a tu encuentro y por siete huirán

Yavé ordenará a la bendición que este contigo en tus graneros y en tus empresas. Te bendecirá en la tierra que Yavé, tu Dios te da.

Yavé hará de ti un pueblo santo, como te ha jurado, si guardas sus mandamientos y sigues sus caminos. Todos los pueblos de la tierra verán que con verdad eres llamado pueblo de Dios y te respetaran

Yavé te colmara de toda clase de bienes, multiplicando el fruto de tu vientre, el fruto de tus ganados y el fruto de tu tierra.

Yavé abrirá para ti los cielos, su rico tesoro para dar a su tiempo la lluvia que necesiten tus campos, y para mandar la bendición sobre todo cuantos emprendas.

1 Samuel 15,22
“A Yavé no le agradan los holocaustos y los sacrificios, sino que se escuche su voz; la obediencia vale más que los sacrificios.

 

 

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