Ahora
bien, si tú obedeces de verdad la voz de
Yavé, tu Dios, practicando y guardando todos los mandamientos que te prescribo
hoy, Yavé, tu Dios, te levantará por encima de todas las naciones de la tierra.
Entonces vendrán sobre ti y alcanzarás todas las bendiciones siguientes por
haber obedecido la voz de Yavé tu Dios.
Bendito
serás en la ciudad y en el campo. Bendito será el fruto de tus entrañas y el
fruto de tu tierra, las crías de tus burras, el parto de tus vacas y ovejas. Bendito
serán tus graneros y el lugar donde
guardes tus frutos. Bendito serás en tus acciones desde principio hasta el fin.
A los enemigos que se levanten contra ti Yavé los derribará y pondrá a tus pies;
por un lado saldrán a tu encuentro y por siete huirán
Yavé
ordenará a la bendición que este contigo en tus graneros y en tus empresas. Te bendecirá
en la tierra que Yavé, tu Dios te da.
Yavé
hará de ti un pueblo santo, como te ha jurado, si guardas sus mandamientos y
sigues sus caminos. Todos los pueblos de la tierra verán que con verdad eres
llamado pueblo de Dios y te respetaran
Yavé
te colmara de toda clase de bienes, multiplicando el fruto de tu vientre, el
fruto de tus ganados y el fruto de tu tierra.
Yavé abrirá
para ti los cielos, su rico tesoro para dar a su tiempo la lluvia que necesiten
tus campos, y para mandar la bendición sobre todo cuantos emprendas.
1
Samuel 15,22
“A
Yavé no le agradan los holocaustos y los sacrificios, sino que se escuche su
voz; la obediencia vale más que los sacrificios.
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