martes, 18 de junio de 2013

El Llamado del Buen Pastor

Ezequiel 34, 11-16, 22, 26 29- 31

Yo mismo cuidare de mis ovejas y las vigilaré como un pastor vigila su rebaño cuando está en medio de sus ovejas dispersas. Así yo también visitaré las mías y las sacaré de todos los lugares donde se habían dispersados en el día de nubes y tinieblas. Las sacaré de los países donde estén y de todas las naciones extranjeras; las reuniré y las llevare a su propia tierra y las cuidaré  por todos los cerros de Israel por todos los valles y lugares poblados. Las llevaré a pastorear a pastos fértiles,  a descansar en un buen corral de altos cerros de Israel. Yo mismo cuidaré a mis ovejas y las haré descansar, dice el Señor Yavé. Buscare  a la oveja perdida, la traeré a la descarriada, vendaré a la herida, fortaleceré  a la enferma. Las apacentaré a todas con justicia.

Yo vendré a defender a mi rebaño. Los instalaré en los alrededores  de mi cerro y mandaré a su tiempo la lluvia, que será una lluvia de bendición. Haré crecer para ellos plantas escogidas, de manera que ya no pasaran hambre ni desprecio. Así sabrán que yo Yavé, su Dios estoy con ellos y que son mi pueblo. Ustedes son mis ovejas, son mi rebaño y yo soy su Dios.

 El Señor llama, busca a sus ovejas y les ofrece un lugar seguro.
 Eres tú unas de esas ovejas.
Te interesa el llamado del Señor.
Responde a su llamado, únete a un grupo pastoral  vocacional de tu comunidad.

 
María Díaz / MSN Coach de Vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario