Puerta a la vida
Juan 10, 2, 9-10
El pastor de las ovejas entra por la puerta. El cuidador le abre y las ovejas escuchan su voz.
Yo soy la puerta, el que entra por mi está a salvo. Circula libremente y encuentra alimento
Yo en cambio vine para que tengan vida.
Apocalipsis 3,8
Yo sé lo que vales, he abierto delante de ti una puerta.
***********
Reflexión
El ser humano está conectado a pensamientos, sentimientos, emociones, objetos y personas que solo le dan vida artificial, cuando empieza a desatarse de esa vida artificial y se conecta consigo mismo y con Dios tendrá la vida propia y real.
El ser humano se ha apartado de sí mismo de la vida real y vive una vida artificial. Ha perdido la conexión con su mundo interior, hasta perder su originalidad, su personalidad y su identidad propia.
El ser humano está muy conectado a su mundo exterior y ha perdido el sentido de la vida. Vive una vida a medias; inestable, insegura. Esta conexión con su mundo exterior lo ha llevado a depender de las personas, de las circunstancias, de lo que le rodea y no a depender de Dios; donde está la esencia de la vida.
En esta conexión con el exterior, el ser humano va anulando, ahogando y matando todo lo bueno que Dios un día deposito en el. Va perdiendo su entusiasmo por lo noble, lo puro, por lo bueno y poco a poco se va alejando del camino del amor, de la armonía, del equilibrio interior, de la luz; y va cayendo hasta sumergirse y quedar encerrado en un abismo, lleno de egoísmo, orgullo, vanidad, envidia, celos, maldad, pecado, y se niega a ser hijo de Dios y cae en letargo y sueño, hasta llegar a la” muerte”.
El ser humano ha vivido tal vez situaciones o experiencias que lo fueron alejando cada vez más de lo que le daba vida: el amor, la alegría, el perdón, la esperanza, la caridad, la compasión la fe, y lo llevaron al desamor, a la amargura, al rencor, al odio, a la desconfianza a la falta de fe y esperanza, al aislamiento y a la soledad. Todo esto contrario a la vida le condujo a la “muerte’
La puerta de la vida se cerró para él y se quedó encerrado en un camino de incertidumbre, inseguridad, inestabilidad, pasividad, e incluso puede que haya caído en errores que lo llevaron a cometer pecados que lo alejaron de la presencia de Dios.
Hay que reflexionar, pensar, meditar y recordar cuando se cerró la puerta de la vida y hacia donde se llegó. Solo quien se ha apartado de la puerta de la vida sabe hacia dónde llego. Si te apartaste de la puerta de la vida, a Dios no le importa a donde llegaste, lo que si le importa es que hoy hayas abierto nuevamente la puerta de la vida.
Hoy se abre ante ti la puerta de la vida. Te invito a que entres y pases a traves de ella y recibas estas bendiciones que hoy estan delante de ti las cuales te proveeran alimento espiritual, bendición, luz, guía y apoyo que te motivaran a vivir nuevamente. A medida que vallas pasando y entrando a través de esta puerta jamás volverás a ser la misma persona.
Te felicito por haber tomado la sabia y gran decisión de abrir esta puerta que te lleva a la vida nuevamente, si nuevamente, porque estabas en ella, pero te alejaste de ella.
Bienvenido a la vida y que Dios y La Virgen te bendigan.
María Díaz RN.MSN / Coach de Vida